martes, 21 de junio de 2011

Dolores a cuestas

Siempre que alguien me dice me duele la espalda, recuerdo perfectamente mi propio viacrucis de dolores. Todo empezó con un terrible accidente que tuve en el año 97. Era por ese entonces la mal lograda coordinadora de una ONG en Coatepeque, digo mal lograda, porque dije sí, más por el hábito impuesto de tirarme al agua, que por el expertis que en ese momento yo podría haber tenido al respecto. En fin, ahí estaba yo de directora de esta ONG, que tenía trabajos interesantes y otros no tanto. Ese díá una compañera y yo, salíamos a inaugurar un nuevo proyecto que me hacía mucha ilusión. Empezábamos a trabajar con grupos de mujeres en temas de organización y la vía, era entrarle por "proyectos productivos". El viaje era de Coatepeque hacia Sololá, en el camino pude percatarme de que algo no andaba bien con el pick up que usabamos. No dije nada para no asustar a mi acompañante y seguí, firme y dispuesta a llegar a nuestro destino. Lamentablemente a la altura de Nahualá, dimos como cinco vueltas, el carro quedo destruido(perdida total, dijeron los del seguro), y yo quede con dos hernias discales a la altura del área lumbar.

Ni les cuento; pastillas, relajantes musculares, exámenes de laboratorio, infiltraciones en el área de la espalda... etc, etc, etc. Por último el médico me dijo: tenemos que operarla.

Pero yo que estoy en contra de toda esa parafernalia que nos impone la medicina occidental, que nos convierte en titeres, en seres sin opinión, donde nos drogan, nos abren, nos cortan, nos pegan... dije pues no... no me opero!

Empece una búsqueda de opciones... tratamientos homeopáticos, acupuntura, bionergética, etc... hasta que llegue al Yoga y ahora más recientemente a la propuesta de la descodificación de las enfermedades (propuesta del Dr. Hammer y la cura del cancer. Donde además una debe de saber el orígen del conflicto que ha desatado el problema o la enfermedad).

Pero dejenme decirles que fue con la práctica constante y responsable del Yoga, como logre superar los terribles dolores de espalda que padecí por mucho tiempo. Si estas búscando una mejor calidad de vida, te invito a que inicies una práctica disciplinada, responsable, con alguien que pueda guiarte y ayudarte en las asanas. El yoga es una herramienta terapeútica que no solo, te da bienestar espirítual, sino, que te ayuda a mejorar fisica y mentalmente tu estado de salud.

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