El viernes fue un día desastroso. Tuve que usar mis ahorros de seis meses por cuestiones de emegerncia, un amigo muy querido en el Intensivo, unos días antes una chica con una sonrisa grande y franca muerta a sus 35 años. Un Volcan que vomito todo lo que quizo y una tormenta llamada Agatha arrasando todo a su paso... viernes para quedarme tirada de plano.
Pero hice la clase de Yoga que me tocaba... solo dos alumnos, amigos, compañeros, y me fuí totalmente en ese viaje. Al final de hora y media de asanas, pranayamas y meditación, estaba lista de nuevo. Con nuevas energías y con una vista diferente de la vida.
La cerre con broche de oro, una cena en la Mezquita rodeada de amigas y amigos, terapia de la risa y un sueño profundo y reparador.
Todavía estoy preocupada por mi amigo, y las fotos, artículos e historias de los y las damnificadas me duelen. Pero estoy con más ánimo para entrarle a todo.
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